En la mañana del miércoles,26 de enero, Sebas y Santos han hecho una primera aproximación a la posible ubicación de nuestra piscifactoría en el Arroyo Pelochejo, junto a la dehesa Boyal de Herrera, a la altura de un viejo molino.
Se trata de una zona ubicada por debajo del nivel de la depuradora de Herrera, lo cual debería garantizar, en principio, un medio no contaminado para la acuicultura. A su vez, se trata de un espacio público, cuyos responsables administrativos habrán de ser el Ayuntamiento de Herrera, la Diputación de Badajoz y la Confederación Hidrográfica del Guadiana: entidades, todas ellas, con las que habrá que establecer contacto para definir competencias, obteniendo los pertinentes permisos, de cara a la utilidad de dicho espacio en el menester que nuestro proyecto propone.
Por estar situado en un espacio ZEPA, zona especial para la protección de las aves, las dificultades podrían ser mayores, sin embargo, a priori, pensamos que la afección de nuestra infraestructura, a dicha condición, no debería ser en exceso perniciosa. En todo caso, habremos de adecuar todas y cada una de las instalaciones previstas para minimizar al máximo el impacto ornitológico que pudiéramos causar.
Mientras tratábamos de fotografiar una garceta grande o garza blanca (Ardea alba), una garza real (Ardea cinerea) se cruzó en el plano de dicha fotografía. Lo cual nos puede dar una idea de la importante presencia de aves acuáticas en el entorno elegido.
En las proximidades del cauce se están depositando escombros y variados tipos de residuos plásticos; a su vez, la presencia de restos óseos e incluso de un cadáver sin descomponer que, visto en la distancia, bien pudiera ser de un ternero o de una oveja, nos obligará a indagar sobre la procedencia de los mismos y sobre el hecho de si se cuenta con permisos legales para ello.
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